El comportamiento de los líderes de las Fuerzas Armadas de Brasil no es el que se espera de mandos profesionales, legalistas y leales a la Constitución. No son solo los sectores democráticos brasileños los que vienen advirtiendo sobre la postura antiprofesional y conspirativa de los jefes militares que, al interferir en la política, actúan como milicias en uniforme.
