Luego del espaldarazo de los presidentes de Francia, Colombia y Argentina, el gobierno de Venezuela y el sector más díscolo de la oposición firmaron un acuerdo que se venía cocinando en silencio, y que destraba la devolución de parte de los fondos del Estado venezolano represados en el exterior, en países que desconocieron en su momento a Nicolás Maduro como jefe de Estado. Un análisis de Marcos Salgado.
