Se realizó en Luque, cerca de Asunción, Paraguay la cumbre número 60 del Mercosur, el Mercado Común del Sur, una asociación comercial, arancelaria y por momento también política, en donde confluyen dos gigantes de América del Sur, Brasil y Argentina, junto a dos vecinos más pequeños: Uruguay y Brasil.
Hay un tema que dejó la cumbre que los medios ocultaron, y es que no hubo consenso para permitir que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se dirigiera a los presidentes del bloque. Zelenski ha hablado por videoconferencia en foros regionales e internacionales como la OTAN, el G7, el Foro Económico Mundial, las Naciones Unidas, la Unión Africana e incluso hasta en el Festival de Cine de Cannes. Se sabe que Uruguay y Paraguay firmaron el 25 de febrero una resolución de la OEA de condena a Rusia, pero Brasil y Argentina, no la acompañaron. Se puede prever entonces por donde pasó el desacuerdo sobre este tema, pero lo importante en todo caso es que el Mercosur terminó reafirmando su neutralidad en este conflicto, en un contexto internacional en occidente donde permanecer neutral es leído como un apoyo casi directo a Moscú.
Análisis de Marcos Salgado
