Siete meses después de reemplazar al destituido Pedro Castillo la presidenta Dina Boluarte ha dejado de lado las ideas de izquierda que la llevaron al poder junto a Castillo para sostenerse ahora solo con el apoyo de la derecha y extrema derecha, la misma que les hizo la vida imposible mientras gobernaban juntos. Análisis de Pedro Brieger.
